¿Cómo curar un mate de calabaza uruguayo?

Todos en algún momento nos enfrentamos al mismo problema: ¿cómo curar el mate? Las formas son tan diversas como la historia misma de la calabaza, aquella que funciona como compañera en los momentos de soledad y como nexo cuando se conversa con alguien. 

Pero antes, para disfrutar de un buen mate es necesario un cuidado previo que permita que el porongo agarre el color y la textura adecuada para brindar el mejor sabor. 

Además, poder generar un buen curado del mate permite alargarle la vida al mejor amigo de todo uruguayo. No solo esto, sino que si se lleva adelante el correcto proceso también permitirá prevenir posibles infecciones en quien tome el mate. 

Básicamente, curar la calabaza antes de comenzar a usarla por primera vez evita que se transfieran sabores externos a la yerba y se absorba el sabor de la propia yerba. 

El primer paso es lavar el interior del mate con agua caliente, dejando por lo menos un minuto el agua dentro de la calabaza. Luego de haber escurrido y corroborar que no queden empozados restos de agua, se debe llevar a cabo el siguiente proceso: 

1- Llenar el mate de yerba (nueva o usada) y ponerle un poco de agua caliente. 

2- Mantener la yerba siempre húmeda. Para esto se puede agregar más agua si es necesario unas horas después. 

3- Luego de 24 horas, cambiar la yerba y repetir el proceso. Lo que muchos advierten es que cuantas más veces se repita este proceso, mejor será el resultado a la hora de probar el sabor del mate. 

4- Algunos recomiendan raspar las paredes internas del mate con una cuchara para eliminar el tallo leñoso. 

5- Enjuagar el mate y listo, podes usarlo!

¿Qué pasa si lo quiero tomar dulce? 

Los pasos que se describieron anteriormente, son recomendables para cualquier tipo de uso, ya sea amargo o dulce. Pero así como el Indio Solari encabeza los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, también algunos llevan la bandera del fundamentalismo del mate dulce. 

Para ellos, curar su mate como si fuera uno más, sería casi un insulto. Debido a esto, el proceso de curación es diferente, si bien también tiene algunos puntos que son similares al curado que se describió anteriormente. 

El primer paso es el mismo: agua muy caliente dentro de la calabaza. Luego, agregar dos cucharadas de azúcar dentro del mate, tapar la boca del mismo y agitarlo para que el azúcar se adhiera a las paredes internas y las recubra. 

La parte más interesante aparece acá: una vez que está seco, se deberá poner dos carbones encendidos dentro y agitarlos hasta que las brasas estén secas. Esto provoca que el azúcar que estaba en las paredes se queme y quede completamente adherida. 

El objetivo es el mismo que para el mate amargo: que el gusto sea el mejor para que la yerba no absorba otros sabores y los transmita por la bombilla. Con repetir dos veces este proceso está bien, dado que el toque de las brasas encendidas suele darle una mayor efectividad si todos los pasos anteriores se cumplen. 

¿Y el mate de madera? 

Si bien no son tan usados, un mate de madera bien curado tiende a durar mucho tiempo. La madera es un material propenso a absorber todo tipo de sustancias o sabores, por eso cuanto mejor esté cuidada, más durará. 

En este caso, la forma de curarlo varía dependiendo de la cultura. Pero en Uruguay, los más experientes en el tema recomiendan untarlo bien con manteca, aceite o grasa vacuna así no se agrieta ni acumula humedad. 

La otra técnica también es parecida a la de la calabaza. Se pone yerba de la última cebadura y se le va agregando agua por 24 horas, para que no se reseque. Cuando se repite este proceso durante dos o tres días, se podrá ver que el color de la madera está mucho más verde, como si realmente fuera un mate usado. 

Sin importar la forma de curarlo, es importante proteger el material de la humedad. A todos nos puede haber pasado de dejar usar un mate de madera y volver un tiempo después para ver que está muy húmedo. 

¿Cómo evitar esto? Es necesario impermeabilizar al aplicar un capa de barniz sintético que funciona como una especie de protector. Si bien muchos ya vienen con esto, cabe recordar que es parte del proceso de curación por eso es importante no saltearselo. 

¿Qué pasa si no curo mi mate? 

Sí, la tentación es muy grande. A todos alguna vez nos pasó de comprar o que nos regalen un mate y mirarlo, probarlo, agarrarlo y decir “ya fue, lo empiezo a usar así”. ¡No, por favor no!

Como reza el dicho es pan para hoy y hambre para mañana. O mejor decir mate para hoy y problemas para mañana. Hay una serie de consecuencias que afectan directamente el uso y el sabor de cada mate. 

Esto último es lo primero que vas a notar. Cuando tomes ese primer mate, el segundo, el tercero, el cuarto… se notará un sabor raro. Muchas veces es como óxido y otras simplemente es desagradable. 

El segundo punto es que seguramente, al otro día cuando lo hayas lavado y vuelvas a usar, aparecerán hongos. ¿Por qué? Porque la calabaza se usó sin una preparación previa, lo que hace que el material se exponga a una serie de potenciales riesgos, y el más común es la aparición de hongos. 

El tercer punto, es la salud de la persona. Las paredes del mate están compuestas por materiales naturales que muchas veces poseen determinadas bacterias. Si una de esas se “cuela” en la bombilla, puede ocasionar problemas. Los más comunes son los estomacales y nadie quiere pasar en la cama por tomar mate. En todo caso en la cama, para tomar mate.

El cuarto aspecto es la vida útil del mate. Si está mal curado o no está directamente, se comienza a rajar y esto provoca que, a corto plazo, se pueda llegar a romper o filtrar agua. 

En tanto, cuando se acumulan muchos hongos o se dejan varios días, la propia calabaza va absorbiendo y por eso se termina pudriendo.

¿Qué pasa si mi mate tiene hongos?  

Muchas veces el proceso de curado no es lo suficientemente exitoso por eso aparecen hongos. Los mismos suelen aparecer en forma de capa blanca. 

Para quitarlo, es vital lavar con un cepillo minuciosamente además de agregar detergente y agua caliente. Después de esto, se lo seca muy bien hasta que no quede ni un resto de humedad. 

Luego se recomienda poner alcohol etílico en las paredes y encenderlas con fuego, para que los restos de hongos sean eliminados. 

¿Cómo limpio mi mate? 

El proceso de curado es tan importante como la limpieza del mate. Cuando se termine de tomar, es importante tirar la yerba para que quede todo listo para la próxima cabada. 

Como en la vida, hay dos bibliotecas. La primera es de las más comunes, que implica retirar la yerba y enjuagar con agua el mate. Luego se lo deja reposar boca arriba, dado que boca abajo puede provocar la humedad en el interior y arruinar la calabaza. 

El segundo método implica retirar la mayor cantidad de yerba posible pero sin enjuagar. De esta forma se dejan pequeños restos de yerba en el interior para que se sequen solos. Cuando se vuelve a utilizar la calabaza, se quitan los restos con una servilleta de papel. 

Además, en Cebala recomendamos que dejes el interior del mate cubierto con una servilleta. 

En cuanto a la bombilla se sugiere limpiarla con agua al terminar el mate. Además, una vez por mes es clave sumergirla en agua hirviendo para que afloje los restos de yerba que pueda tener en su interior. 

Ahora que te dimos estos tips, podés disfrutar de unos ricos mates Cebala. 

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